Sabotaje a la educación
¡Matar a los libros es un crimen! ¡Es matar a la educación y a la cultura! ¡Es promover la barbarie! Estas leyes son las nuevas fogatas donde se quemará a los libros antes de mantener el hábito de la lectura. Hábito que desaparecerá a pesar de habérselo logrado con el gran esfuerzo de escritores, ilustradores y editoriales. El Gobierno debe evitar caer en el error de mirar a la educación presencial como sinónimo de ‘libro’, y a la virtual limitarla únicamente al acceso a Internet. El texto escolar es un mediador, una guía para el docente, el estudiante o para la persona que lo ayuda en su aprendizaje. No en vano hay equipos expertos que se especializan en estos procesos justamente para asegurar la calidad en cada recurso. Un estudio realizado establece que las familias utilizan los libros como una herramienta. Los resultados obtenidos indicaron que la mayoría de los padres y de los docentes encuestados consideran que no sería positiva una enseñanza sin libros.